En el ámbito fiscal para la correcta deducción de tus gastos, es importante conocer las diferencias entre las facturas proforma y simplificadas, así como sus implicaciones fiscales. A continuación, te presentamos un resumen de cada una y cómo afectan a tu actividad.
Facturas Proforma
Las facturas proforma son documentos que se emiten antes de la realización de una transacción. Su principal función es proporcionar una estimación del costo de los bienes o servicios que se van a adquirir. Sin embargo, no son deducibles a efectos fiscales porque no representan una transacción real y no cumplen con los requisitos legales para ser consideradas facturas válidas. Así pues si adquieres un bien o servicio y a la hora de pagarlo recibes una factura proforma, ten claro que el IVA que hayas pagado en esa transacción no podrás deducírtelo posteriormente en los gastos que le presentes a hacienda, es decir, será un IVA pagado y perdido.
Facturas Simplificadas
Las facturas simplificadas, por otro lado, son documentos oficiales que se utilizan para operaciones de menor cuantía. Estas facturas son válidas y deducibles a efectos fiscales siempre que cumplan con ciertos requisitos establecidos por la Agencia Tributaria. Algunas de las características de las facturas simplificadas incluyen:
- Importe máximo: Hasta 400 euros, IVA incluido.
- Contenido mínimo: Número y serie, fecha de expedición, NIF del emisor y destinatario, descripción de los bienes o servicios, tipo impositivo aplicado y contraprestación total.
- Deducción del IVA: El IVA de una factura simplificada es deducible siempre que se incluya el NIF del destinatario y se cumplan los requisitos legales.
Deducciones Fiscales
Para que una factura simplificada sea deducible, debe cumplir con unos mínimos requisitos:
- Incluir el NIF del destinatario: Es esencial que la factura contenga el NIF del destinatario para que el IVA sea deducible, es la única forma de identificar al comprador y/o pagador.
- Descripción detallada: La factura debe incluir una descripción clara de los bienes o servicios proporcionados, con esta información hacienda sabe si esos artículos son necesarios para tu actividad o no.
- Separación de la cuota impositiva: La cuota repercutida debe estar detallada de forma separada, a esto se refiere al tipo de IVA que has abonado en el pago de esa factura.
Conclusión
En resumen, las facturas proforma no son deducibles a efectos fiscales, mientras que las facturas simplificadas sí lo son, siempre que cumplan con los requisitos legales. Es importante asegurarse de que las facturas simplificadas incluyan toda la información necesaria para evitar problemas con Hacienda.